Si no lo haces deberías empezar a plantearte esto, por que no todos los meses pesan igual, y tus decisiones deberían tenerlo en cuenta.
Cuando analizas tus resultados financieros, no basta con mirar los totales anuales o mensuales. Hay una variable silenciosa que lo cambia todo: la estacionalidad.
Esa tendencia natural que hace que algunos meses tu negocio tenga más ingresos o gastos, y otros mucho menos.
Saber cómo y cuándo se mueven tus finanzas es clave para tomar decisiones acertadas. Y no es solo una cuestión de control, es una cuestión de estrategia financiera.
La estacionalidad es el comportamiento cíclico y predecible que tienen tus ingresos y gastos a lo largo del año.
Puede deberse a factores como:
Calendario fiscal (presentaciones, pagos de impuestos…)
Estacionalidad comercial (verano, Navidad, rebajas…)
Tiempos del sector (construcción, turismo, educación…)
Hábitos de tus clientes
Vacaciones del equipo o cierre de actividad
Porque afecta directamente a tu tesorería. Conocer esta estacionalidad te puede ayudar a optimizar tu proceso de reclamación de cobros o gestión de pagos, también te permite decidir cuando es un buen momento para realizar una inversión o hacer una planificación de ventas realista y no lineal.
Agosto suele ser un mes críticamente bajo en muchos negocios B2B.
En el T3 (julio–septiembre):
La facturación suele caer
La actividad comercial baja
Los cobros se ralentizan (por vacaciones)
Pero los gastos fijos siguen
🔎 Si no tienes previsto este bajón, puedes sufrir tensiones de tesorería aunque estés bien el resto del año.
Hazlo al menos con los últimos 2–3 años para detectar patrones.
¿Facturas más en septiembre? ¿Gastas más en enero? ¿Cobras mal en julio?
Si sabes que en marzo pagarás IVA y que abril es flojo, no hagas inversiones en ese momento.
Si agosto es malo en cobros, aprieta los recordatorios de pago en julio. No esperes a que la caja esté vacía.
¿Tiene sentido lanzar una campaña de venta en pleno agosto? ¿O es mejor sembrar en junio y reforzar en septiembre?
Si conoces tu tasa de éxito, y tus costes de rodaje
Y además conoces tu estacionalidad →
Puedes planificar cuántos presupuestos necesitas lanzar y cuándo, para sostener el negocio sin sobresaltos.
La estacionalidad no es un problema, es una herramienta.
El problema es ignorarla.
Así que la próxima vez que te preguntes “¿Cuánto voy a vender este trimestre?” o “¿Puedo asumir esta inversión ahora?"
Primero pregúntate:
¿Qué me dice la estacionalidad de mi negocio?